El lunes volví a la Universidad Rey Juan Carlos para intervenir en las II Jornadas de Periodismo Cultural para Jóvenes. Tras una primera edición centrada en los millennials, en esta hemos hablado de cultura y generación Z, un binomio que, como la energía, ni crea ni destruye: transforma. Estamos ante la generación a la que más cuesta descolgar el teléfono, pero también la que vuelve, a la chita callando, a hacerse preguntas. Cuestionar, da igual cómo, es el mejor de los síntomas: pronostica un futuro incierto, pero no impasible. Saben lo que quieren, aunque muchos disimulen.
De lo que allí hablamos lo recogen el periódico Magisterio y Juan Salas en su blog.